domingo, 14 de febrero de 2010

Somos remolino y viento



Me gusta verte ahí sentado, en esa silla, con esa mirada que penetra en mis ojos y tu cuerpo desnudo resbalándose por mi mente. Tus brazos sobre el suelo y mis piernas por el techo. Somos remolino y viento confuso a las afueras de esta ciudad. Creo que las tardes invernales se nos consumieron como cuando fumabas por la ventana y la nieve llegaba a nuestras clavículas…la nieve, esa nieve que nos hacía temblar. Cogiste mis manos y me lanzaste por tu columna vertebral, cual niña que juega por los toboganes de tu parque.

7 comentarios:

  1. y este invierno, nevó en vigo.
    no?
    a mí la nieve, nunca me ha hecho temblar, nunca he tenido la suerte de tocarla.

    es un placer llegar aquí y escuchar a cohen cantando una de mis canciones favoritas.

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  2. ¡Y que la silla sea roja! ¡Pues claro que sí!



    (mimo
    y colacao)

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  3. la nieve llegaba a nuestras clavículas
    ...y nos congelaba, mientras jugábamos en el parque.


    (:

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  4. algo bueno tenia que tener el frio. M e encanta como escribes, es particular. un abrazo

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  5. Si los huesos fuesen personas, me enamoraría del esternocleidomastoideo o de la columna vertebral.

    Me gusta leerte aquí sentado, en esta silla, con esas frases que penetraan en mi mente.

    Saludos subterráneos.

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  6. "la nieve llegaba a nuestras clavículas…" ^^
    qué lindas palabras =P

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  7. Me gusta como escribes.
    Te sigo si no te importa (:

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