viernes, 9 de enero de 2015

Silencios que reflejan, que reflejan estados, reflejan miradas, reflejan todas esas cosas olvidadas. Reflejan que ya no estás aquí y acaban recordando exactamente lo mismo. Que el silencio es nuestro mejor amigo y nuestro mayor enemigo. Demasiado tiempo, pensando, esperando, no pensar, no esperar, desesperar. Y, mientras tanto, tú en silencio. Antes tan amado y valorado, ahora tan rígido y pesado. Son segundos     que son minutos que son horas que son días que son semanas que son meses que son años que son sin ti. Que son el silencio más silencioso. El silencio que más me llena por dentro y que más me vacía a la vez. Un silencio jamás escuchado. Un silencio más, entre tantos otros silencios que colecciono. Silencios frágiles, silencios que una vez fueron míos y que ahora te pertenecen. Silencios que te llevas y silencios que te llevarás. Sin mi.
pero te caes por precipicios a diario
y vuelves a intentar subir, sobrevivir
cómo brillaba

era tan suave
tan limpia
era porcelana pura
inocencia en vena
era como una buena sonrisa
un día de sol
era aire fresco

¿cómo pudo algo tan hermoso dejar de brillar?

pasan los años y si no te mueves el polvo te va cubriendo, hasta que dejas de brillar.