Hoy la lluvia empapaba tus mejillas. Yo te observaba en silencio, escuchaba tu respiración y me parecía tan real... no quería despertar de ese sueño infinito, quería que te quedaras durmiendo aquí, y que no cogieras ese avión. Que hicieras este día nuestro y que me hicieras sentir una gota que se escapa de la lluvia con el viento. Sentir tus pies fríos era lo más bonito y se ha esfumado como ese humo de tu cigarrillo. Intento no toser, que no se noten mis ojos rojos y que nadie se de cuenta de que si me tropiezo no es porque sea torpe, sino porque tengo los cordones desatados y ya no hay nadie que me los ate. Ahora muero al despertar y revivo al oír tu voz que se cuela por mi habitación. Y yo tan ingenua creí que estabas rodeando mi cintura y sin embargo sólo era el eco de tu voz, lejana...
domingo, 15 de noviembre de 2009
Con los zapatos desatados
Hoy la lluvia empapaba tus mejillas. Yo te observaba en silencio, escuchaba tu respiración y me parecía tan real... no quería despertar de ese sueño infinito, quería que te quedaras durmiendo aquí, y que no cogieras ese avión. Que hicieras este día nuestro y que me hicieras sentir una gota que se escapa de la lluvia con el viento. Sentir tus pies fríos era lo más bonito y se ha esfumado como ese humo de tu cigarrillo. Intento no toser, que no se noten mis ojos rojos y que nadie se de cuenta de que si me tropiezo no es porque sea torpe, sino porque tengo los cordones desatados y ya no hay nadie que me los ate. Ahora muero al despertar y revivo al oír tu voz que se cuela por mi habitación. Y yo tan ingenua creí que estabas rodeando mi cintura y sin embargo sólo era el eco de tu voz, lejana...
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Puede que esos pies fríos no se hayan ido con el viento. A lo mejor es que ya no están tan fríos y no te das cuenta de que deberías apagar la calefacción. Hasta que el pulgar tirite.
ResponderEliminarSaludos subterráneos.
A lo mejor él también siento lo mismo. O tal vez no. Sea como sea, es mucho mejor olvidar.
ResponderEliminarMuás!
Hasta que alguien, un día, se fije en tus cordones desatados, y corra en busca de tu salvación.
ResponderEliminarY a la voz se la llevará el tiempo.
una voz también puede abrazarte por la cintura... y entonces se te pone un nudo en el estómago increible :(
ResponderEliminarmil gracias por lo que me has dicho, es genial saber que te gusta tanto :D de verdad.
(adoro tus fotos, guapa!)
mm hay tantas cosas que me gustan de tu blog *_*
ResponderEliminar:)
Hay Cora pero que bello, me enamore de este texto, enserio es precioso:) un beso enorme!
ResponderEliminarYo creo que él también sintió lo mismo.
ResponderEliminaryo por si acaso no me ataría ls cordones nunca, a pesar qeu de corres un seriopeligro de pegarte un tropiezo, pero si no te tropiezas, tampoco aprendes a llevarlos atados:)
ResponderEliminarMejor seguir durmiendo.
ResponderEliminarmuá.
Dormir no es la solución a todo.
ResponderEliminarAtarse los cordones no es la unica solucion
como siempre está genial Cora.
un besito.
Los cordones hay que atárselos una solita.
ResponderEliminarmiau
con
antenas
Me alegro de que te haya gustado,es cmo me siento estos ultimos dias..
ResponderEliminarenfin lo mejor es no pensarlo tienes razon.
Me gusta el texto, no siempre lo que queremos lo tenemos :(
Muaa :)
Una voz que la rodeaba hasta la asfixia.
ResponderEliminar¡Qué dolorosos son a veces los recuerdos!
Pero hay que aprender a hacer frente a los fantasmas del pasado.
Un beso MUYGRANDE :)
Si es amor, coge un avión tras él. Si no lo es, ¿por qué lamentarse?
ResponderEliminarMe encanta tu euphoria, Cora :)
¡Un beso!
Los cordones son fáciles de atar, una vez que le pillas el truco ;)
ResponderEliminarHasta que alguien te vuelva a atar los cordones...
ResponderEliminarsensacional.
empapo la lluvia los cordones. saludos
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